CON MENTIRAS Y ENGAÑOS NO SE HACE NI SE CONSOLIDA UN ESTADO DEMOCRÁTICO

Si se sabe y es seguro que se sabe que, además de estar en el Gobierno y no en la oposición, es necesario contar en las Cortes Generales con una mayoría de dos tercios para modificar, cambiar o anular unos Acuerdos Internacionales, como son los Acuerdos firmados entre el Estado Español (no el Gobierno Español) y el Estado Vaticano, no vienen a cuento las demagogias, vengan de donde vengan.

Ya tuvimos la experiencia del "compromiso político" del mismo partido político de que España no entraría nunca en la OTAN. ¡OTAN NO! fue el grito de guerra durante algunos años. Después se cambió a ¡OTAN, de ENTRADA NO!...Y luego entramos en la OTAN y estamos en la OTAN.

Seamos, pues, serios, y no juguemos con la ciudadanía, en general, y con la menos informada, en particular.

Que haya Partidos Políticos que no compartan los Acuerdos Iglesia-Estado actualmente vigentes en España, entra dentro de la normalidad democrática. Están en su derecho de no estar de acuerdo, aunque no tienen derecho alguno para no cumplirlos, porque la Ley obliga a todos, mientras la Ley no se cambie.

Cuando el respeto a los derechos de todos, pero derechos consagrados en la Constitución y en los Tratados Internacionales y no los "derechos que cada uno se saca de su chistera", se cumplan y podamos vivir y convivir en una sociedad democrática de verdad, es seguro que no haran falta "acuerdos escritos".

Y lo peor de estos engaños y mentiras son los mensajes llenos de odio y de resentimiento dirigidos contra la propia ciudadanía, que incitan no al diálogo civilizado y al respeto mutuo en el campo de las ideas, sino a la confrontación y al enfrentamiento contra todo el que no piense como ellos, manipulando, además, la verdad de los hechos.

Si los fundamentalismos ideológicos y religiosos son un peligro, el pensamiento totalitario de algunos políticos actuales nos retrotaen a épocas históricas, gracias a Dios y a políticos inteligentes de todas las ideologías, ya más que superadas.

La VERDAD es la verdad, la diga Agamenón o su porquero, y toda convivencia civilizada se tiene que sustentar sobre la verdad de los hechos y un hecho claro y evidente es que un Partido Político, que ha pasado desde el Gobierno a la Oposición de forma tan dramática para su militancia y su dirigencia es el menos indicado para anunciar a bombo y platillos, con el aplauso de la concurrencia puesta en pie, que va a denunciar los Acuerdos Iglesia-Estado.

¡Menos lobos¡...Y menos mentiras y menos engaños televisivos, sobre todo...

Los Acuerdos Iglesia-Estado van a seguir vigentes mientras la mayoría del Pueblo Español y la Santa Sede lo quieran.

                            España, 6 de febrero de 2012