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Publicado el 29 de Febrero de 2012 en Informes
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Aparte de su indudable compromiso en la acción social con los más excluidos de la sociedad, Cáritas, a través de la Fundación FOESSA, constituye uno de los principales instrumentos de estudio y análisis de la realidad del país. Su último informe, hecho público en la mañana de hoy miércoles 22 de febrero, en la sede de Cáritas Española en Madrid, es el primero en el que aborda con perspectiva completa la actual situación de crisis. Sus datos son demoledores. El anterior informe data de 2008, cuando se iniciaba la crisis. Y, como era previsible, sus datos son demoledores. El principal: cerca del 22% de los hogares españoles se encuentran por debajo del umbral de la pobreza. La principal causa es el desplome del empleo: los más de cinco millones de parados suponen un 23% de la población activa. Lo que supone la tasa más alta de toda la Unión Europea (UE), donde la media se sitúa en el 9,7%. Comparados con los datos de 2005 (donde la tasa de desempleo nacional estaba en el 9,2%, por el 9% del común europeo), se observa la profundidad de la caída. Otros datos referentes a la ausencia de trabajo reflejan la gravedad de la situación. Como que los parados de larga duración (al menos un año sin trabajo) suponen aquí uno de cada dos, cuando en 2007 el porcentaje estaba en el 22,7%. Pero, tal vez, lo más grave es que, desde que se inició la crisis, se ha triplicado el número de hogares con todos sus miembros sin trabajo, llegando al 9% del total. Relacionado con esto, el porcentaje de hogares españoles que no reciben ningún tipo de ingreso (tampoco por prestaciones por desempleo o de la Seguridad Social) es de un 3,3%; un 34% más del que había en 2007. Estos datos reflejan hasta qué punto la crisis agudiza las diferencias sociales, tanto a nivel nacional como internacional. En España, la tasa de desigualdad (que el informe extrae comparando el nivel económico del 20% más rico con el 20% más pobre), ha pasado de un valor de 5,3 en 2007 a un 6,9 a finales de 2010. Una media que, comparada con los 15 países de mayor renta de la UE, duplica la de Francia, triplica la de Alemania y quintuplica la registrada en el conjunto. Un fenómeno, este, que se aprecia claramente comparando la situación según autonomías. Así, en 2010, la distancia entre la comunidad con mayor tasa de pobreza, Extremadura, y la menor, Navarra, se elevaba hasta los más de 30 puntos porcentuales: 38,2% y 7,3% respectivamente. Una diferencia que también se percibe de un modo notorio entre regiones como País Vasco (11,6%) o Asturias (12,3%) y otras como Canarias (31,1%), Andalucía (30,1%) o Murcia (29,2%). Otros parámetros desalentadores son algunos como que, a finales de 2010, el 41% de los hogares españoles eran incapaces de cubrir las condiciones de bienestar básicas, o que, también en 2010, se registraron casi 100.000 procesos de ejecuciones hipotecarias; cuatro veces más que los que se dieron solo tres años antes. Finalmente, baste decir que la renta media de la población española ha pasado de los 19.300 euros de 2007 a los 18.500 de 2010. Un porcentaje que, comparados estos datos con la evolución de los precios, supone que la caída real alcanza el 9% de media por persona. En definitiva, la crisis no ha hecho sino agudizar las diferencias que ya existían entre los ciudadanos. Fuera y dentro de nuestras fronteras. En el nº 2.790 de Vida Nueva.
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